Había una vez una hermosa familia de pingüinos, el padre, la madre, y su pequeño hijo.
El hijo era muy jugueton, jugaba con todo, con la nieve, con las piedras, con las ramas.
Con todo lo que se le aparecia en el camino, pues como todo niño jugueton
sus padres eran muy felices de ver como su hijo vivia muy contento, toda la vida
los padres habian deseado tener un hijo como el, ellos estaban muy orgullosos y el niño
tambien estaba muy feliz de sus padres y de la familia en la que estaba
era una familia muy feliz.
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